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3 de marzo de 2014

"Asimilé la cultura catalana por la injusta represión a la que fue sometida en el franquismo"

Eduardo Reyes atendiendo a la entrevista (FOTO: JAIME BLANCO)

Se ha convertido en una figura de moda en el actual contexto político y social que se vive en Cataluña. A Eduardo Reyes Pino (Córdoba, 25/03/1951) se le conoce por ser la cabeza visible de Súmate, una organización que pretende participar en el proceso catalán por el derecho a decidir desde una óptica muy particular: la defensa de la independencia desde el pensamiento, habla y obra en castellano. Reyes, un hombre con un sinfín de experiencias, está empezando a participar en la política más allá de votar en las elecciones y confiesa que es algo que le gusta. 


-¿Cuál es la historia de emigración de Eduardo Reyes?

-Yo soy el menor de una familia de ocho hermanos que tenía un taller mecánico en Córdoba. Allí faltaba trabajo tanto para el que tenía oficio como para el que no y mis padres no pudieron mantenerlo, así que cuando tenía nueve años emigramos todos. Al llegar estuvimos repartidos en casas de familiares. En mi caso fui con unos tíos y un hermano a una barraca de Can Tunis, donde estuve viviendo durante dos meses. Luego nos mudamos todos al barrio de Collblanc, en Hospitalet. Los hermanos mayores entraron a trabajar y los más pequeños íbamos a la escuela. Así transcurría nuestra nueva vida. 

-Una vez aquí, ¿sigue bajando a su lugar de nacimiento?

-Mis hermanos, como se trajeron después a sus novias, siguieron bajando porqué tenían familia ahí. Yo no volvía tanto porqué al venirme siendo tan pequeño no tenía tampoco nadie a quien visitar. Más que nada bajaba a recordar cosas. Con el tiempo he ido yendo cada vez menos porqué he echado raíces aquí. Mi mujer, mi hija y mis nietos son catalanes y todos mis sobrinos y sus hijos también lo son. Debo decir que yo me sigo sintiendo cordobés y he llevado a mi familia a ver el lugar donde nací, que les gusta mucho dicho sea. 

-Si a día de hoy lidera Súmate imagino que, durante su adaptación a Cataluña, asimila la cultura prácticamente desde el primer momento

-En mi época poco se sabía de la cultura catalana si no era a través de las personas mayores de entonces. Siempre se ha intentado borrar el mapa. Estaba prohibido hablar en catalán, bailar sardanas, no había lectura en esta lengua... Y antes, como era más rebelde, me rebelaba contra esto. 

-Es decir, usted la asimila porqué entiende que la represión es injusta

-Exacto. A mi mujer le llegaron a decir que hablara en la lengua del imperio y su abuelo me contó que lo metieron en la cárcel porqué le pillaron hablando catalán con dos amigos. ¿Pero esto que es? Y es aquí donde entiendes que Cataluña tiene una historia y una cultura propia. A día de hoy se hablan muchos idiomas en esta tierra, algo que es riqueza. Sin embargo, se ha ido en contra de esta riqueza y de la voluntad de crecer que siempre ha tenido.

-¿Cómo es su relación con el catalán?

-(Cambia de castellano a catalán). Yo hablo catalán y muchas veces me han dicho que lo hable más porqué lo hablo muy bien. Lo que pasa es que yo tengo que traducir del castellano al catalán, pero no tengo ningún problema en hablarlo. 

-¿Qué le queda de la cultura andaluza?

-Me encanta el flamenco y las rumbas. El duende que llevo dentro de mí me impedirá olvidarme de que soy español. También me gustan las sevillanas. Y canto, bailo...

-¿Cuándo empieza a tomar parte activa en la política?

-Hace seis meses. Antes no me metía mucho en estas cosas. Me dedicaba solamente a ejercer mi derecho a voto y punto.

Imagen del acto que Súmate llevó a cabo en el Centre Cívic de Trinitat Vella
de Barcelona (FOTO: JAIME BLANCO)


-¿No ha participado, por ejemplo, en los movimientos vecinales de finales de franquismo?

-Poco. Si veía una manifestación por mi barrio en la que se reclamaba algo justo, como un colegio, pues me unía para hacer piña. Recuerdo, eso sí, todo aquello. La gente se juntaba para reclamar un colegio, mejores servicios públicos o asfaltar las calles porqué aquello no era humano. Pero nunca he sido un ferviente sindicalista ni nada parecido. Siempre he mirado más por mi futuro y el de mi familia y no participaba demasiado en esto. 

-¿Qué importancia cree que ha tenido que un andaluz como José Montilla haya llegado a presidente de la Generalitat?

-Para mi Montilla es la muestra de que hay pluralidad e igualdad de oportunidades. Hemos demostrado que se puede llegar arriba sin mirar dónde has nacido. Sin embargo, es inimaginable que un catalán pueda llegar a ser presidente del gobierno por los continuos insultos recibidos. 

-A día de hoy está implicado en Súmate. ¿Por qué decide emprender este camino? 

-Porqué a partir de entender la cultura y la historia de Cataluña a través de las personas que la han vivido creo que no hay derecho que se vaya en contra. Tengo que defender los derechos de la tierra de mi casa, de mi familia, de mis amigos... Porqué nos afecta directamente a todos los que vivimos aquí y a nuestra forma de vida.

-Una defensa de Cataluña también en el plano económico, como podemos ver en este vídeo. 

-Si Cataluña paga unos impuestos es para adquirir unos servicios y si se los niegan hay algo raro. Por eso yo reclamo que todos los ciudadanos sean compensados en educación, sanidad, servicios sociales... Si no, nos están robando. Cataluña debe ser independiente para administrar sus recursos porqué puede hacerlo por sí sola. 

-¿Cómo acoge el independentismo tradicional la irrupción de su asociación?

-Pienso que bien. Antes de lanzarla fuimos al Parlament y a otros lugares a presentarnos y a buscar apoyo y entendieron que, aunque lo hacíamos de distinta manera, estábamos usando la misma jerga y queríamos lo mismo. 

-¿A favor de qué respuesta hará campaña Súmate en el referéndum del 9 de noviembre? 

-A favor del Sí-Sí. El Sí-No nos dejaría en el mismo lugar. Yo creo que ya no hay marcha atrás.

-¿Cuál sería su posición respecto a la lengua en una hipotética Cataluña independiente?

-Seamos sensatos: el idioma de Cataluña es el catalán y podría defender su oficialidad siempre y cuando se respete como se ha respetado el castellano. Pero yo creo que no hará falta llegar a esto porqué los catalanes no son tontos y son conscientes de que el segundo idioma más hablado en el mundo es el castellano. 

-Hace muchos años se decía que los catalanistas más furibundos eran los murcianos y después que eran los cordobeses. ¿Se considera usted un ejemplo de esto último?

-(Ríe) Los catalanistas más auténticos son aquellos que se hacen a vivir en Cataluña y ya está.